La inmensa mayoría de los medio informados sabemos perfectamente como funcionan las cosas. Los amigos antes que los talentos, los intereses antes que los principios, el truco antes que el mérito...Duele decirlo y mucho más aún comprobarlo. Bárcenas es tan solo el icono negro de esta forma de aceptar la realidad en la que la damnificada final es la sociedad entera.
Casi invitan a la risa los aspavientos de los que fingen asombro y las condenas de los que simulan dolor. Unos y otros lo sabían y ahora se hacen de nuevas porque es la secuencia de la película que toca.
La historia de la humanidad es la historia de Bárcenas cabalgando sobre las espaldas de la honrada y buena gente. No hay vuelta de hoja. Ni esperanza ni remedio. Tan solo escuchar al mar y tirarse un pedo.